IA y escritura: ¿una nueva forma de hipertextualidad?
La transtextualidad,
entendida como el conjunto de relaciones que un texto mantiene con otros
textos, constituye uno de los aportes más influyentes de Gérard Genette para
comprender cómo circula, se transforma y se resignifica la cultura escrita.
Entre sus diversas categorías –intertextualidad, paratextualidad,
metatextualidad, hipertextualidad y architextualidad– destaca especialmente la hipertextualidad, quizá la más fértil para
pensar las formas contemporáneas de creación.
Hipertextualidad: transformaciones y reescrituras
La hipertextualidad se manifiesta cuando un texto deriva de otro mediante
transformación, imitación o reescritura. Una novela basada en un mito clásico,
una película inspirada en una obra teatral, un pastiche que reproduce el estilo
de un autor o una parodia que retuerce un relato célebre: todos estos son
ejemplos de hipertextos. El vínculo no siempre es explícito, pero el nuevo
texto no existiría sin el anterior, y entre ambos se despliega un juego
creativo que abre posibilidades estéticas y críticas.
Si llevamos esta reflexión al presente, es posible plantear que la escritura con inteligencia artificial forma parte de la dinámica hipertextual. No sólo porque se basa en enormes corpus de textos previos, sino porque opera precisamente mediante transformaciones, imitaciones, variaciones y recombinaciones. Así, el gesto creativo ya no se entiende como la expresión pura de un individuo aislado, sino como una labor situada en una vasta red de textos que se reescriben mutuamente.
Esta lectura se fortalece si consideramos algunas de las categorías que sostienen la lógica narrativa hipertextual:
Colectividad: La creación se concibe como una práctica colectiva, en la que múltiples voces y materiales confluyen. La IA amplifica esta idea al trabajar con un archivo cultural compartido.
Muerte del autor: El énfasis ya no está en la figura autoral como origen absoluto del sentido, sino en el tejido de relaciones textuales. En la escritura asistida por IA, la autoría se vuelve incluso más porosa y distribuida.
Ruptura de la linealidad: La narrativa hipertextual favorece las bifurcaciones, las variaciones y los caminos múltiples. La IA puede generar versiones alternativas, ampliaciones o reorganizaciones que desafían la lógica única y secuencial.
Desmitificación del canon: Al jugar con estilos, géneros y voces diversas, la hipertextualidad cuestiona la sacralización de ciertos textos y difumina la frontera entre “alta cultura” y “cultura popular”.
Democratización del canon: La reescritura –humana o asistida por IA– permite acceder, reinterpretar y transformar obras antes consideradas intocables, abriendo el campo literario a nuevas lecturas y a nuevos públicos.
Desde esta perspectiva, la producción textual con IA no sería una amenaza a la creatividad humana, sino una extensión de las prácticas hipertextuales que han acompañado siempre la historia de la escritura: reescribir, transformar, dialogar con lo existente y abrir espacios para nuevas formas de sentido.

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