jueves, 23 de febrero de 2023

Autoconocimiento - Café filosófico en "La Casona"

 

Autoconocimiento

 

 

Visitamos a los habitantes de La Casona para compartir un café filosófico. Como todo buen café, fue preparado en el momento, es decir que no llevábamos un tema predeterminado. Antes bien, una vez que estuvimos sentados en círculo, Leonardo, quien animó en esta ocasión, preguntó sobre qué tema nos gustaría conversar. Inmediatamente respondí: “cine”, esto porque me llamó la atención que al momento de presentarse Andrea mencionó que le gustaba el cine. –Cabe decir que iniciamos nuestra reunión presentándonos cada uno, compartiendo algo de nosotros, de nuestros intereses, gustos o actividades, por ejemplo–. Daniela propuso que habláramos sobre ética; otra propuesta fue: “cine familiar”. La cuestión es que al decir “cine”, se habló de personajes y la posibilidad de identificarnos con ellos, de reconocernos en los otros y a través de ellos o en el contacto conocernos. Una intervención siguió a otra y de pronto descubrimos que nuestro tema era el autoconocimiento.

 

Desde nuestra perspectiva, en Casa de la Filosofía consideramos que el objetivo principal de la filosofía es comprender para transformar, para mejorar. Así, planteamos a los participantes la posibilidad de reflexionar y dialogar con base en tres preguntas: qué, para qué y cómo. Evidente y naturalmente las conversaciones no fluyen de manera tan ordenada, siguiendo una estructura rígida, por lo contrario, el intercambio entre personas es orgánico, se constituye de partes que forman un conjunto coherente, aunque su desarrollo no es lineal, sino creciente y decreciente, con vaivenes, decires y desdecires, divagaciones y genialidades incluidas. De este modo, con la intención de presentar lo sustancial de nuestro intercambio, a continuación compartimos algunas de las ideas expresadas, agrupadas en torno a las preguntas antes planteadas.

 

Qué es el autoconocimiento

Observarse; es la lectura de sí mismo; son los gustos de cada uno; es el carácter; la propia historia; es la manera en qué reacciono ante ciertas circunstancias, situaciones o estímulos; es lo que siento, mis sentimientos.

Para qué autoconocerse

Para lograr el autocontrol; para autoevaluarse y corregir, mejorar.

Cómo podemos autoconocernos

A través del arte; si somos espectadores, público es probable que nos identifiquemos con los personajes del cine, el teatro o la literatura; si somos creadores, artistas, al dar forma a nuestras obras plasmamos en ellas una parte de nuestro ser, por lo tanto, cuando las observamos nos descubrimos en ellas, nos autoconocemos.

Asimismo, en torno a cómo se da el autoconocimiento, tocamos el tema sobre el vínculo entre cuerpo y mente, cuando se dijo que el primer paso es ver, percibir, para después pensar, reflexionar sobre lo visto, y de esta forma generar conocimiento. Palabras más, palabras menos coincidimos en que sentidos-sensaciones, emociones-sentimientos, e ideas-conceptos guardan una fuerte relación. Las emociones no sólo se sienten, también se piensan; y, el conocimiento no sólo se piensa, también se siente.

 

Por último, compartimos tres observaciones geniales: primera, Carolina y Daniela nos hicieron notar que el autoconocimiento siempre implica relación con otras personas, que no se trata de un proceso en que estemos aislados, encerrados en nosotros mismos, sino que tiene lugar con los otros, hallándonos inmersos en el mundo. Con relación a esto, Daniela subrayó que hacemos parte del universo, que el autoconocimiento implica una relación con el exterior, con los demás, por lo que conocerse implica conocer al otro. Segunda observación, el autoconocimiento no es un objetivo que se logre de una vez y para siempre porque somos cambiantes, crecemos y decrecemos; además, la imagen que los otros tienen de nosotros e incluso la imagen que tenemos de nosotros mismos pueden ser sólo apariencias. Visto así, el autoconocimiento siempre es un proceso en marcha e incompleto. Tercera observación, autoconocerse no consiste sólo en teoría, es igualmente práctica; es un desarrollo simultáneamente teórico y práctico. El autoconocimiento se da viviendo, aunque esto no significa que quién ha vivido más posea mayor autoconocimiento porque no siempre se reflexiona sobre lo vivido, porque no siempre se piensa sobre lo visto, lo percibido. Se requiere disposición, querer hacerlo, comentó Paula, médico residente en psiquiatría que acompaña a nuestros nuevos amigos.

 

Karla Portela R. y Germán Leonardo Cárdenas V.

Cajicá, Colombia, febrero 20 de 2023




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

martes, 7 de febrero de 2023

En torno a la empatía

 

En torno a la empatía




De acuerdo con Edmund Husserl, filósofo considerado padre de la Fenomenología, la empatía, más que “ponerse en el lugar del otro”, consiste en la sensibilidad de ser afectado positiva o negativamente por el otro, consiste en la comprensión de la vivencia del otro, en la comunicación, en el diálogo abierto y sincero, que olvidando recelos y miedos, da paso a la aprehensión del ser del otro. Aprehensión, captura de lo que es, de lo que siente y quiere, de lo que piensa y proyecta, de lo que hace y vive.

 

Ahora bien, en la empatía además de comprender la vivencia del otro, la hago mía; no solo comprendo lo que le sucede, lo que siente, su alegría y su dolor, también lo siento, me apropio de su dicha y tristeza. Ahora com-partimos, co-participamos y co-integramos una co-munidad, estamos ya dentro de lo mismo, dentro de una comunidad empática, abierta.

 

De manera que la empatía es un sentimiento profundo y dichoso que constituye el anhelado encuentro con el otro. Donde cada persona representa un camino, que al cruzarse con la intencionalidad de otra persona, se integra un solo camino, una sola vivencia; aunque no se entienda esto como “la misma vivencia en diferentes personas”, porque nunca es así, la vivencia nunca es igual entre diferentes personas, lo que se comparte es el nivel de la vivencia, o sea el sentir. Así, el fenómeno empático consiste en el momento en que siento lo que la otra persona siente, en que compartimos el nivel de la vivencia, no la vivencia. 

 

Expresado con términos fenomenológicos, la empatía se sitúa en un nivel de conciencia que trasciende tanto la percepción externa como la percepción interna. Es decir que va más allá de nuestra percepción de las cosas que nos rodean –el mundo circundante– y de la percepción que tenemos de nosotros mismos –el mundo intersubjetivo–. Se trata del nivel de conciencia en que conocemos las experiencias y las vivencias de los otros en su intrafección con las nuestras –mundo intersubjetivo en empatía–.  


Correspondencia mundo circundante, mundo intersubjetivo y mundo intersubjetivo en empatía

Mundo

Niveles de la conciencia

Esferas del conocimiento

Mundo circundante

Percepción de la cosa en sus cualidades sensibles

Actitud o experiencia natural, donde la percepción de los objetos se da originariamente como algo real (percepción externa)

Mundo intersubjetivo

Cosa sustancial-causal

Percepción originaria de nosotros mismos y los estados de conciencia, como sujetos constituyentes y autoconstituyentes (percepción interna o autopercepción)

Mundo intersubjetivo en empatía

Cosa intersubjetivamente idéntica

Experiencia de los demás y de sus vivencias en la intrafección


Por último, cabe decir que en Casa de la Filosofía, como espacio de diálogo y reflexión filosóficos, entre todas las posibilidades gnoseológicas y valorativas que se presentan ante nosotros, elegimos y decidimos experimentar el mundo, comprenderlo, desde este otro nivel de conciencia, en que las subjetividades se encuentran y comparten la misma vivencia, al que llamamos: empatía. Aspiramos acceder al nivel superior de la conciencia, a la más alta esfera del conocimiento, es decir, al mundo intersubjetivo en empatía; es esta la imagen o arquetipo con base en la cual proponemos dar forma al mundo, re-formar, trans-formar la realidad.

 

Toca ahora preguntar, ¿es posible?, ¿puede el ser humano acceder al tercer nivel de conciencia, a la tercera esfera del conocimiento, al mundo intersubjetivo en empatía que se nos muestra como medio y fin de nuestra autorrealización individual y social, como personas y como comunidad?

 

La primera respuesta que viene a la mente, en palabras coloquiales de la sabiduría popular, es: “si quieres cambiar el mundo, comienza contigo”. Si aspiro a un mundo intersubjetivo en empatía, la transformación de la realidad que ello requiere no significa modificación del mundo circundante, de la relación externa del sujeto con “lo otro”, sino modificación del mundo intersubjetivo, de la relación interna, dentro del propio yo, que tengo conmigo mismo y con los otros, modificación interna que consiste en principio, en un cambio de mentalidad, en un cambio radical de actitud ligado a un profundo proceso de concientización.


Concientización

 

Conciencia de tres dimensiones o niveles de la realidad:

Concientización respecto a correlatos en la coexistencia sujeto-objeto:

Consecuencias o implicaciones:

Intersubjetividad monádica: 

desarrollo de la autodeterminación asumiendo las consecuencias de los propios actos.

Yo

Libertad que implica responsabilidad

Conocimiento espiritual  o autoconocimiento

Intersubjetividad social: 

sensibilización frente a la realidad de los otros, especialmente en torno a la cuestión social; empatía.

Los “otros”yoes y mundo físico (naturaleza y creaciones del hombre)

Relación de interdependencia

Conocimiento de la realidad (actitudes básicas) y comprensión de la totalidad (actitud general)

Nosotros

 Unión o vínculo universal

Actuar libre que crea y transforma el entorno en todos sus aspectos

 

 

 

Autorrealización del hombre; llegar a ser humano