lunes, 16 de abril de 2018

#16 Fil(m)osofía "La Mina" - El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares


El hogar de Miss Peregrine
para niños peculiares
(Tim Burton, 2016)



Suele suceder que entre lo planeado y lo logrado hay diferencia, difícilmente teoría y práctica coincidirán con exactitud, pero algunas veces la distancia entre lo esperado y lo obtenido es garrafal, o no tanto si se observa el contexto y las experiencias alrededor… De eso va este texto, de nuestra experiencia el pasado jueves en nuestra filmosofía número 16 y que en la tónica de acertados y famosos memes (porque se han convertido en efectiva expresión de nuestra realidad individual y social) dividiremos en dos partes: expectativa y realidad. 

Expectativa
Vendrían niños, obviamente acompañados por un adulto, justo como el día anterior a nuestra reunión que asistieron una niña y dos adolescentes en compañía de una mujer adulta para ver "El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares". Al terminar la proyección reflexionaríamos sobre el significado de la palabra “peculiar”, como característica o rasgo propio de cada persona, que sin ser calificada de buena o mala, sino simplemente como algo propio, en un momento dado puede ser benéfico a los demás, como se ve en esta película de Tim Burton que al enfrentar una situación crítica cada uno de los niños contribuye con su peculiaridad a la solución del problema. De este modo el objetivo principal de nuestra charla filosófica sería concientizar que cada uno de nosotros posee un don o talento que unido al de los otros puede ser constructivo, positivo individual y colectivamente.

A su vez platicaríamos sobre la Filosofía para Niños como una de las modalidades del Movimiento de Filosofía Aplicada que mayor fuerza ha tomado a nivel mundial, para ello realizaríamos un ejercicio de reflexión sobre la clásica pregunta infantil “¿por qué?”, a partir de la cual es posible desarrollar un espíritu crítico, analítico y reflexivo que aporte a una mejor toma de decisiones, al mismo tiempo que puede funcionar como detonador del pensamiento filosófico; para dicho ejercicio regalaríamos a cada participante una hoja impresa con el mismo, entre otros, además hojearíamos juntos un libro de filosofía para niños hecho por niños… Sinceramente el plan nos parecía muy bueno.

Realidad
Sólo una pequeña, aproximadamente de 8 años de edad, asistió y decidió salir de la función porque “la película no me gusta”, fueron sus palabras. Curiosamente, ya en la filmosofía sí hubo participantes (ninguno niño) que aun cuando no vieron la película (tal vez porque creyeron que era sólo para niños), se unieron al desarrollo del ejercicio mencionado, el cual prácticamente consistió en dialogar sobre cuándo una razón es buena, mala o ni siquiera es una razón. Para mayor claridad a continuación el ejercicio realizado:


Había una vez un chico que hacía tantas, pero TANTAS preguntas que todos sus vecinos lo llamaban Germán Por Qué. Cada vez que Germán se acercaba a alguien, esa persona sabía que tendría que responderle con muchas explicaciones y detalles porque Germán Por Qué era incansable y sólo dejaba de preguntar cuando la respuesta le satisfacía plenamente.

Una vez se acercó a Micaela y le preguntó:

--- ¿Por qué tienes el pelo verde?
--- Qué te importa –contestó ella.

--- ¿Por qué tienes el pelo verde?
--- Porqué sí –dijo Micaela bostezando.

--- ¿Por qué tienes el pelo verde?
--- Porque las gallinas cacarean, Germán.

--- ¿Por qué tienes el pelo verde?
--- Porque me gusta, punto.

--- ¿Por qué tienes el pelo verde?
--- Porque me cayó algo en la cabeza.

--- ¿Por qué tienes el pelo verde, Micaela?
--- Porque me cayó un balde de pintura verde en la cabeza.
--- Ahhh –dijo Germán. Y sonrió.

María de la Paz G.

Buena razón
Mala Razón
No es una razón






* Adaptado de: Accorinti, Stella. Filosofía para niños. Introducción a la teoría y la práctica. Buenos Aires: Manantial, 2014, p. 89-90.

El diálogo se concentró en analizar por qué la respuesta “porque me gusta” no es una buena razón; si bien, apelar a los propios gustos, en cierto sentido a nuestra subjetividad, es una respuesta muchas veces aceptable en la vida cotidiana, no lo es desde el punto de vista filosófico porque carece de fundamento racional, porque no es una explicación detallada y clara, no da la causa ni la finalidad, y como el objetivo es desarrollar filosofía para niños mediante ejercicios reflexivos como éste, es indispensable distinguir junto a ellos que los hechos son subjetivos y objetivos correlativamente, que sin menosprecio de alguno de estos elementos para que sea un análisis filosófico debe enfatizar en el segundo.

Desarrollamos también otro ejercicio, hablamos sobre material didáctico que ha tenido mucho éxito y que sin duda fomenta también la reflexión entre los adultos, específicamente los libros de “Wonder Ponder. Filosofía visual para niños”. Como hasta ahora y afortunadamente nuestra conversación fue amena, en un ambiente de apertura y colaboración.

Ahora bien, de nada valdría la confrontación entre expectativa y realidad si no hubiese reflexión sobre las causas que distanciaron lo planeado y lo logrado, así que ahí va:

Reflexión
Tal vez la película elegida no fue la más adecuada; quizá el horario de la reunión (las 8:00 p.m. y entre semana) no es el mejor tratándose de niños. La difusión del evento pudo comenzar con mayor antelación e igualmente podría ayudar subrayar la gratuidad de nuestras sesiones filmosóficas (la entrada a la función tiene un costo regular, pero la participación en la filmosofía es libre). Sin duda, nos falta conocer mejor al público infantil para adecuar de la mejor forma posible las actividades que en el futuro dirijamos especialmente a ellos, pero siempre se trata de una co-responsabilidad, no hemos podido acercarnos como Fil(m)osofía y Cine la Mina a los más pequeños porque los papás, porque los adultos no los traen, no vienen con sus hijos, sobrinos, nietos al cine. Cabe decir que la matiné infantil que hasta hace unos meses ofrecía Cine la Mina está en pausa precisamente por la baja audiencia. ¿A qué se debe? ¿Por qué los adultos no conviven con sus niños en el cine? ¿Por qué no hay consciencia sobre la capacidad formativa del cine, sobre su influencia positiva en el desarrollo integral de los niños? ¿Qué podemos hacer al respecto?

Definitivamente las respuestas a lo anterior no surgirán en este momento, se requiere trabajar en ello. Por lo pronto, reconocemos que la Filosofía para niños es una tarea difícil porque los niños no acudirán voluntariamente, dependen de sus padres, de los adultos que se encargan de ellos, simultáneamente es una labor muy delicada en tanto que se trata de contribuir a la formación de las personas más inocentes y maleables, porque nuestras palabras y acciones se convierten en ejemplo (aún sin ser ejemplares) y especialmente porque en todo momento debemos considerar lo que les enseñan en sus casas, el ambiente en que viven, esto debido a que el núcleo familiar continúa siendo el más fuerte y decisivo ámbito formativo, y así nuestra labor puede contribuir en la formación de las personas, aunque como diría Edith Stein*, el espíritu se forja en la familia.


¡Muchas gracias nuevamente a nuestra familia de amigos 
que apoya y da vida a Fil(m)osofía!



*Edith Stein (1891-1942). Estudiante de filosofía, fue la primera mujer en Alemania que presentó una tesis en esta disciplina. Colaboradora de Edmund Husserl, su pensamiento filosófico aborda principalmente la estructura de la persona humana y su formación, además de la empatía y la teología de la mujer.




jueves, 12 de abril de 2018

En la frontera


En la frontera

Arturo M. Merelo (México, 2018)



Una semana de accidentes, un mes fatídico… tiroteos y matanza, muertes, terrorismo… “el mundo cada vez más inestable”, se escucha en la radio… En el caos auditivo las imágenes dan orden y subrayan la constante en el mensaje: vivimos rodeados de violencia, crímenes y delincuencia.

Se observa a una mujer de gesto adusto que expresa temor y desconfianza, que en actitud defensiva y protegida por varias cerraduras no sabemos si accederá, si escuchará a quien le pide ayuda, porque las suposiciones, aún basadas en las noticias relatadas por algún medio masivo de comunicación, no dejan de ser eso, suposiciones. Ideas sobre un peligro envolvente que asecha en todo momento, suposiciones sobre la maldad inherente a cada uno de los individuos que nos rodean…


Lo evidente es que suposiciones o no, fundadas o sin razón, detienen, paralizan, impiden acercarnos a los demás, conocerlos, compartir con ellos nuestras preocupaciones y temores, esperanzas e ilusiones. ¿Es tan grande nuestro temor al otro que no vemos ya la posibilidad de unirnos y juntos contrarrestar la violencia, irrumpir en esa lucha de bandas criminales, en esa dialéctica de víctimas y victimarios?

Se trata de un círculo inhumano del que quienes nos hemos librado, salvado (afortunadamente no lo hemos vivido en carne propia) nos hemos convertido en testigos y rehenes porque nos invade y controla el temor y desconfianza por el otro, basándonos muchas veces en tan sólo su apariencia. Más aún, nos preguntamos si nos hemos convertido en cómplices porque no ayudamos, porque cerramos los ojos y pasamos de largo, porque nuestra resistencia se ha limitado a queja y sobresalto.


“En la frontera” es un cortometraje breve, lo suficientemente extenso para mostrarnos que la violencia puede llegar hasta la puerta de nuestra casa, frente a lo que se recomienda precaución e inteligencia, reconocer cuándo debemos mantenernos alerta o apartados, porque estamos viviendo una situación de guerra de baja intensidad con presencia militar en las calles, donde los ciudadanos nos encontramos solos, nadie está realmente a salvo…

Desde esta perspectiva la aportación de “En la frontera” consiste en reflexionar sobre esta situación que nos conduce a recordar palabras de Montesquieu* : "la libertad política en un ciudadano es la tranquilidad de espíritu que proviene de la opinión que cada uno tiene de su seguridad y para que se goce de ella, es preciso que sea tal el gobierno que ningún ciudadano tenga motivo de temer a otro." Ése no es nuestro gobierno, hoy en México no hay libertad política.

Karla Portela Ramírez
Fil(m)osofía


* Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu (1689-1755), filósofo y jurista francés perteneciente al movimiento intelectual  y cultural llamado "Ilustración".


Compartimos el teaser:
En la frontera