viernes, 10 de marzo de 2017

3er Sesión FIL(M)OSOFÍA “LA MINA”


EL PLACER ES MÍO
Elisa Miller (2015)




En tiempo objetivo fueron meses, nos parece que 5 ó 6, menos de un año… En tiempo subjetivo, una de nuestras interpretaciones es que el desarrollo de la película representa la decadencia de una relación de pareja, el ciclo de una relación que pasa por etapas, comenzado con el enamoramiento, feliz estado, estallido de pasión y sexo, sobre todo sexo, de hecho en la primera escena  se aprecia un encuentro sexual placentero, armonioso, en una palabra, feliz.

Acertadamente se menciona en la sinopsis de la película la frase “el sexo como primer poder y el motor que mueve al mundo”. Pero no es suficiente, los asistentes a nuestra filmosofía coincidimos en que el amor romántico, el enamoramiento y la pasión no se sostienen por sí mismos, una relación basada únicamente en repetidos encuentros sexuales por gratificantes que sean inevitablemente fracasa, se pierde o desaparece en el mejor de los casos, cuando en el peor de ellos concluye violentamente marcando por siempre a los involucrados, como se muestra en una de las últimas escenas, cuando en sórdido silencio y a todas luces condenable, se muestra un acto sexual agresor, una violación.

Una relación bien fundada, fuerte y con probabilidades de crecer, perdurar, requiere entre otras cosas, de acuerdo con nuestra charla, autoconocimiento, voluntad-disposición para dialogar y proyectos en común.

Nos preguntamos entonces ¿qué los une, por qué están juntos? Si el sexo no basta para conservar la relación de pareja, ¿por qué razón continúan juntos?

Es que no están juntos, comentó uno de los asistentes, no están unidos, viven en el mismo lugar, son pareja, pero no más, parece que cada uno vive “en su mundo”, que cada uno tiene “su vida”, de hecho no platican, no en realidad, en el sentido de que no se expresan qué piensan, qué sienten, qué quieren… Por ejemplo, cuando ella manifiesta que quiere tener un hijo y él se niega, no lo platican, no expone cada uno sus motivos, no intentan llegar a un acuerdo, no hay diálogo, no hay comunicación genuina.  Es más, parece que no hay “una razón” por la que están juntos, parecen actuar mecánicamente, por inercia, sin un proyecto de vida que los entusiasme y motive; lo cual parece ser parte de las nuevas generaciones, de la gente joven.  

Aunque no necesariamente es cuestión de edad, de generaciones, observó otro de nuestros participantes; sin cerrarnos en el factor de la edad, puede ser que esta condición o estado de ánimo abarque a todas las personas que estamos viviendo esta época sin importar nuestra edad; es posible que todos nosotros en un momento dado nos veamos envueltos por ese vacío existencial independientemente de nuestra edad.

Entonces podríamos decir, continúo un participante más, que la sociedad actual –nuestra época y no determinadas generaciones– se caracteriza entre otras cosas por un exacerbado individualismo que trunca o incluso aniquila la relación de pareja en principio porque impide una comunicación auténtica, efectiva, situación que se extiende a todo tipo de relación interpersonal.

Algo en lo que todos coincidimos y llamó nuestra atención, es que aun cuando están juntos, viven juntos de manera voluntaria, da la impresión de que quieren escapar, fugarse, tal vez recuperar su libertad. Tuvimos esta impresión en él (Mateo) cuando conduce solo por la carretera y en ella (Rita) cuando la vemos con un caballo en lo que parece ser sus sueños. También creemos que cada uno de los animales que aparecen a lo largo de la película simboliza un estado anímico de ella o la situación en que se encuentran la relación, ¿es así, Gabriela Vidal y Elisa Miller? Otra pregunta: ¿por qué ese título?, ¿por qué se llama así la película? 

Así fue nuestra tercera reunión, platicamos, expresamos lo que nos hizo pensar y sentir la película, bromeamos, reflexionamos sobre el sustento de la relación de pareja, nos preguntamos por la posibilidad de que una relación de este tipo dure indefinidamente… Principalmente nos escuchamos, dialogamos desde nuestras diferencias y a manera de conclusión señalamos que “El placer es mío” es una buena película porque expone simultáneamente dos líneas que se entrelazan: el desarrollo-decadencia de una relación de pareja como muestra de un estado existencial de la sociedad contemporánea.




¡Muchísimas gracias a los asistentes! ¡Nos vemos pronto!