martes, 25 de abril de 2023

La cultura es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad. Diógenes Laercio

 

Instituto Municipal de Turismo y Cultura de Cajicá

Festival de Cine y Literatura de Cajicá

Cafeletreando con Filosofía

Café filosófico: La cultura es un adorno en la prosperidad

y un refugio en la adversidad. Diógenes Laercio

Sábado 22 de abril, 2023

 

 


Esta vez el punto de partida no fue una pregunta, sino una frase: La cultura es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad, atribuida al historiador griego Diógenes Laercio; quien se dedicó al estudio de la filosofía clásica y es considerado un gran doxógrafo, es decir, un autor que, sin una filosofía propia, recopila textos ajenos y escribe la biografía, las opiniones y las teorías de otros, a los que estima como ilustres.

 

Antes de abordar dicha frase y como hacemos usualmente, dimos paso a la presentación; cada uno de los participantes compartió algo de sí. En especial, una de ellas nos habló sobre la imagen que tiene de los filósofos, basada en su experiencia con un vecino profesional en Filosofía. Sin duda, analizar la imagen generalizada sobre cualquier gremio es un tema que da para una discusión profunda y extensa. De manera que, con el objetivo de retomar nuestro punto de partida, a saber, la sentencia de Diógenes Laercio sobre la cultura, mencionamos que parte del imaginario colectivo sobre la figura del filósofo, afirma que es una persona culta.

 

Así, retomamos nuestro camino y otra de las participantes ejemplificó el caso de la cultura como refugio en la adversidad, con la película El pianista (Roman Polanski, 2002). Sin embargo, los ejemplos no continuaron y alguien más irrumpió con las preguntas ¿qué significa ser culto?, ¿cuál es la definición “de diccionario”? A lo que ahora respondemos, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, en su primera acepción: Culto, ta. Del lat. cultus. Dotado de las calidades que provienen de la cultura o instrucción. Persona culta. Pueblo, lenguaje culto.

 

Pero, ¿qué es la cultura? En nuestra experiencia, al menos existen dos usos del término “cultura”: para referirnos al conjunto de ideas, conductas, conocimientos y prácticas de todo orden, pertenecientes a un grupo social; como son el idioma, la religión, la gastronomía y la vestimenta, por citar algunos de los elementos mencionados durante nuestra reunión; y, en un segundo uso, la cultura como posesión de cierta educación generalmente relacionada con las llamadas Bellas Artes y la Humanidades; en este caso, dimos como ejemplo las clases que se imparten en nuestro centro cultural y la existencia del propio Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Cajicá. Observamos también que, desde el punto de vista del primer significado de cultura dado, todos somos cultos, voluntaria o involuntariamente, conscientemente o no; en cambio, en la dimensión de la cultura explicado en el segundo lugar, muy pocos lo somos.

 

A continuación, alguien más preguntó si la cultura nace y muere. Con relación a lo primero, si la cultura nace, todos coincidimos en que la cultura se enseña y se aprende, que sólo basta insertarse en un grupo social para adquirir, absorber sus prácticas y costumbres, aunque esto requiere disposición; en cuanto a lo segundo, si la cultura muere, pensamos que si se adquiere, si se enseña y se aprende, entonces es posible que se pierda, que desaparezca. Planteado de otro modo y con un ejemplo, se dio a luz una cultura cuando tuvo lugar la conquista de América, nació la cultura mestiza; al tiempo que se dio muerte a la cultura indígena.

 

Llegados a ese punto, matizamos que de acuerdo con sociólogos y antropólogos la cultura de los pueblos originarios es un complejo constituido por elementos de tres categorías o grupos: fundamentales, auxiliares y complementarios. Los primeros constituyen un subsistema básico de aprovechamiento de recursos naturales y de convivencia en comunidad, al que se ha llamado comunalidad, y que bien podría considerarse la esencia de esa cultura, por lo que son designados también elementos básicos o centrales. Los elementos auxiliares son los que contribuyen a que se cumpla la función de los fundamentales, en tanto que los complementarios ayudan al mantenimiento y reproducción de la vida individual y familiar.

 

Ahora bien, los elementos fundamentales consisten en tierra o territorio comunal; trabajo colectivo o trabajo comunal; servicio o poder político comunal; fiesta comunal o fiesta comunitaria; y, asamblea o asamblea comunal. Los elementos auxiliares abarcan derecho indígena; educación indígena tradicional; lengua tradicional; y, cosmovisión. Por último, los elementos complementarios son tecnologías; división del trabajo; Intercambio igualitario y recíproco de productos y servicios; parentesco; actividades ceremoniales; expresiones artísticas e intelectuales; y, juegos y entretenimientos.

 

La cuestión es que aun cuando desaparezcan algunos o todos los elementos auxiliares y complementarios, la cultura indígena permanece en la medida en que subsiste su esencia: la convivencia en comunidad, cuya inmanencia o espíritu ha sido llamado comunalidad. 

Véase: https://www.nacionmulticultural.unam.mx/100preguntas/pregunta.php?num_pre=3





Como se habrá notado, curiosamente en el desarrollo de este café filosófico la frase que pretendía fungir como guía en nuestra reflexión se redujo o se concentró en una sola palabra “cultura” y poco o casi nada tocamos la afirmación de que esta es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad. Quizá si la frase se hubiese planteado en forma de pregunta, su desenvolvimiento hubiese sido otro…

 

Así, concluimos esta memoria de nuestro tercer y último café filosófico realizado como parte del Festival de Cine y Literatura de Cajicá, 2023, recordando otros tópicos mencionados: consumo de cultura; culturas dominantes; globalización; cultura popular y cultura de élite; prejuicios culturales; y, la relación entre cultura y civilización. Valga aprovechar este momento para recomendar otra película que ilustra la existencia de la cultura como refugio en la adversidad: Claroscuro (Scott Hicks, 1996).

 



Karla Portela R. y Germán Leonardo Cárdenas V.

Casa de la Filosofía

Cajicá, Colombia




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