Migración - Café filosófico #3 – Biblioteca Central
de Cajicá
Nuestro
café está creciendo, nos alegra mucho que cada vez somos más quienes nos
reunimos para reflexionar, filosofar sobre temas que nos interesan y atañen
como individuos y como comunidad. Hemos cambiado de escenario, desde hace 3
semanas nuestro punto de encuentro es el tercer piso de la Biblioteca Central
de Cajicá. En la primera ocasión el tema de nuestro filocafé fue qué es la filosofía. Durante la
conversación surgió la pregunta sobre la relación entre filosofía y cultura, si
esta abarca a la filosofía o al revés… De manera que nuestro siguiente encuentro
trató sobre qué es la cultura. Al
hablar de ello, entre otras cosas mencionamos que no existe una sola cultura,
sino muchas, y que estas se mezclan entre sí por distintos motivos, uno de
ellos, los movimientos migratorios. Así, en este tercer café filosófico
reflexionamos sobre la migración.
Especialmente nos preguntamos si nosotros migraríamos, y en su caso, por qué lo
haríamos, qué lo justificaría… Si bien, nuestra inmersión en el diálogo
imposibilitó que en este momento compartamos detalles puntuales sobre lo dicho
en el transcurso del café, sí nos faculta para presentar a continuación algunos
elementos relacionados con el tema y cuyo conocimiento contribuye a una mejor
toma de decisiones –hablando de migrar o no migrar–, o al menos, a una mejor
comprensión del fenómeno migratorio.
Definición |
Migrar |
Trasladarse
del lugar en que se habita a otro diferente |
Emigrar |
Emigración externa
–
Abandonar el propio país para establecerse en otro extranjero |
|
Emigración interna
–
Abandonar la residencia habitual en busca de mejores medios de vida dentro de
su propio país |
||
Inmigrar |
Inmigración externa – Llegar a un
país extranjero para radicarse en él |
|
Inmigración interna
–
Instalarse dentro del propio país en un lugar distinto de donde se vivía en
busca de mejores medios de vida |
Tipos de migración |
Por
destino |
Interna
o nacional |
Externa
o internacional |
||
Por
duración |
Temporal |
|
Permanente
o definitiva |
||
Según
su carácter |
Voluntaria
|
|
Forzada |
||
Por
situación legal del migrante |
Legal
o regular |
|
Ilegal
o irregular |
||
Según
su origen y destino |
Rural-Urbana |
|
Urbana-Rural |
||
Rural-Rural |
||
Urbana-Urbana |
||
Por
edad del migrante |
Infantil |
|
Adulta |
||
Ancianos |
Causas |
|
Políticas |
Golpes
de Estado, violencia política, persecuciones… |
Económicas |
Pobreza
extrema, hiperinflación, escasez… |
Culturales |
Para
realizar estudios en el extranjero o fuera del lugar de origen |
Sociales |
Inseguridad,
desempleo… |
Ecológicas |
Desastres
naturales, efectos del cambio climático… |
Bélicas |
Guerras
civiles, hostilidad de fuerzas extranjeras… |
Consecuencias |
|
Políticas |
Cambios
en las leyes de ingreso a los países… |
Económicas |
Mayor
fuerza laboral en el país receptor… |
Culturales |
Mestizaje,
intercambio cultural… |
Sociales |
Cambios
demográficos, xenofobia, desintegración familiar… |
Psicológicas |
Estrés,
ansiedad, depresión… |
Sin
duda, en nuestro café resaltaron dos ideas: la importancia del conocimiento y
la reflexión para decidir si migrar o no; y, el innegable influjo de las
emociones e impulsos al actuar. Las cuatro tablas anteriores se vinculan con la
primera de estas ideas, en tanto que con relación a las emociones e impulsos,
nos parece oportuno hablar aquí sobre el llamado “Síndrome de Ulises”, también
conocido como Síndrome del Inmigrante con Estrés Crónico y Múltiple.
Ulises u Odiseo, fue un legendario héroe de la mitología griega, viajero y aventurero. Sus hazañas se cuentan en La Odisea; hijo del Rey de Ítaca, Laertes, casado con Penélope, tuvo un hijo, Telémaco. Cuando los griegos decidieron partir hacia Troya, lo buscaron para que los acompañase; Ulises no quería ir y fingió locura sembrando sal en los campos. Finalmente aceptó porque los griegos pusieron delante del arado a su hijo. Una vez consumada la victoria en Troya, nuestro héroe decidió volver a su reino, Ítaca, trayecto que le tomó diez años y durante los cuales enfrentó múltiples adversidades y peligros. Así sucede a gran parte de los migrantes, fuera de su país, lejos de sus familias y seres queridos, se exponen a penurias y amenazas que para sobrevivir les exigen que sean “invisibles”, con lo cual pierden su identidad y la posibilidad de su integración social. En esos casos la migración implica un proceso que deriva en niveles de estrés muy elevados y síntomas ansioso-depresivos.
Inmigrar constituye un proceso de cambio, que sea positivo o negativo, en todo caso implica conlleva pérdidas en todas las facetas de la vida, quedan atrás los lugares conocidos, los amigos y la familia, los alimentos habituales y las actividades usuales. Ante dichas pérdidas, resulta inminente el duelo, el cual se presenta en siete clases: familia, lengua, cultura, tierra, estatus social, grupo de pertenencia y riesgos físicos. A su vez, el duelo contiene estrés psicológico, tensión y problemas emocionales que la persona necesita afrontar con estrategias y de acuerdo con sus recursos personales. Cuando el duelo se desarrolla dentro de límites sanos y llega a buen puerto, se trata de un duelo simple. En cambio, cuando la crisis personal no logra ser resuelta y se convierte en situación permanente, se trata de un duelo extremo, un tipo de duelo migratorio al que los especialistas refieren como Síndrome de Ulises.
La sangre llama y todo lo que queda atrás nunca se olvida. Parece imposible tener todo al mismo tiempo, en el mismo lugar y con las mismas personas. En el momento de migrar, quizá lo más importante sea hacerlo con los ojos abiertos, con plena conciencia de lo que se está haciendo y para qué. A sabiendas también de que si hay un camino de ida, seguro hay un camino de vuelta…
Karla Portela Ramírez y Germán Leonardo Cárdenas Vargas
Casa de la Filosofía, Colombia, mayo de 2022
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